Estamos a viernes y nos ha traído
nuevos estrenos para nuestros cines. Mis dos elecciones han estado claritas en
esta ocasión. Mi primera elección es una película de acción que es una nueva
entrega de una gran saga vampírica. Mi segunda elección es una película cómica
que puede llegar a convertirse en una de las grandes comedias del año.
Hoy después de cenar una
exquisita pizza de berberechos, mejillones y atún iré a ver “Underworld: Guerras de sangre”. La película nos muestra como la mejor guerrera de los vampiros tiene que poner
fin a la guerra entre licántropos y vampiros aunque tenga que realizar un
último sacrificio. El reparto es muy conocido, Kate Beckinsale es Selene, una
vampiresa experta en el combate cuerpo a cuerpo y el uso de armas de fuego que
ha sido elegida para terminar de una vez por todas con la guerra entre hombres
lobo y vampiros, Theo James es David, un misterioso y encantador vampiro de pura raza y el principal
aliado de la cruzada de Selene además de ser su protegido, Tobias Menzies es
Marius, el peligroso y poderoso líder de los licántropos que ha creado un súper
ejército para encontrar a la hija de Selene y utilizarla como arma contra los
vampiros, Lara Pulver es Semira, una atractiva y seductora vampiresa
tremendamente ambiciosa que desea gobernar a los de su especie y por eso decide
dar caza a Selene y a su hija, Clementine Nicholson es Lena, la hija del líder
de los vampiros nórdicos y la mejor guerrera de su clan además de ser una pieza
clave en la guerra entre las dos especies, Charles Dance es Thomas, el padre de
David y un respetado líder entre los vampiros que quiere acabar con la guerra
por lo que decide aliarse con Selene. La dirección ha sido llevada a cabo por
Anna Foerster que debuta como directora en un largometraje. La película es ya
la quinta entrega de la saga y como en la anterior entrega no existe
mucha química entre Kate Beckinsale y Theo James tal vez por la diferencia de
edad. Eso sí siempre es un placer ver a Beckinsale repartir de lo lindo enfundada en su traje de cuero.
El domingo después de comer un
espectacular tartar de atún con aceitunas iré a ver “¿Tenía que ser él?”. La película
nos muestra la tensa relación que existe nada más conocerse entre un hombre
tradicional y su yerno moderno. El reparto es buenísimo, James Franco es Laird
Mayhew, un joven rico y famoso de Silicon Valley con un sentido del humor
extraño y que dice y hace las cosas sin pesar, Bryan Cranston es Ned Fleming,
un padre sobreprotector, anticuado y tradicional y el futuro suegro de Laird al
que no soporta por sus bromas, Zoey Deutch es Stephanie Fleming, la hija mayor
de Ned y la adorable, responsable y atractiva novia de Laird que intenta
convencer a su padre que es el hombre ideal, Megan Mullally es Barb Fleming, la
comprensiva y paciente esposa de Ned que intenta que de una oportunidad a Laird
como pareja de su hija, Griffin Gluck es Scotty Fleming, el hijo pequeño de Ned
y Barb y un adolescente inadaptado que flipa con la casa de Laird al que
idolatra. El director ha sido John Hamburg cuyo trabajo más relevante hasta la
fecha ha sido “Te quiero, tío”. En la película vamos a poder disfrutar de la
gran química que muestran en pantalla James Franco y Bryan Cranston que son las
auténticas estrellas de la película.
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