Es increíble que a día de hoy que todavía
existan dictadores en el mundo. Todos los países deberían unirse para acabar
con aquellos que por la fuerza se hacen con el poder de una nación. Por
desgracia suele pasar en países pobres en los que no importa a la sociedad
mundial salvo cuando suceden genocidios que acaban con la gran parte de la población. Hoy
intentaremos llevar a juicio a un dictador africano.
La serie “Black Earth Rising” de
las cadenas BBC Two y Netflix nos muestra a una mujer que regresa a su país natal
para presenciar el juicio del líder miliciano que exterminó a su etnia. Los
personajes son buenísimos, Kate Ashby (Michaela Coel) es una inteligente abogada
internacional que tiene que superar sus problemas mentales llevando a juicio a
un genocida ruandés, Michael Ennis (John Goodman) es un perseverante abogado internacional
que siempre ha protegido a aunque para ello le haya tenido que ocultar
secretos.
Eunice Clayton (Tamara Tunie) es
una talentosa funcionaria norteamericana que gracias a sus contactos políticos intenta
mostrar al mundo las injusticias humanitarias cometidas en Ruanda, Alice
Munezero (Noma Dumezweni) es una valiente ex miliciana que para defender a su
familia de la muerte no dudo en coger las armas para acabar con el genocidio en
su país, Patrice Ganimana (Tyrone Huggins) es un impasible alto cargo de la
milicia ruandesa que no dudó en dar su visto bueno al genocidio en su país y
sigue sin arrepentirse de ello.
Eve Ashby (Harriet Walker) es una
dedicada abogada internacional que adoptó a Alice para salvarla y ahora ha
decidido llevar a juicio al genocida que masacró al pueblo ruandés, Bibi
Mundazi (Abena Ayivor) es la idealista presidente de Ruanda que tras llegar al
poder intenta que su país se vuelva más progresista para poder olvidar el
genocidio, Florence Karamera (Emmanuel Imani) es un misterioso hombre encargado
de proteger a Kate y tiene un pasado lleno de sangre y dolor que quiere olvidar
ayudando a su país.
La serie ha gustado bastante a la
crítica por lo que ha obtenido reseñas más que positivas. Lo que más ha gustado
ha sido la excelente química mostrada entre Goodman y Coel que han llegado a
conectar con el espectador. También ha gustado mucho su argumento intenso y
complejo que han sabido explicar perfectamente lo que ocurrió en Ruanda durante
la década de los 90. Por ponerle una pega tal vez los diálogos no han sido lo
suficientemente interesantes dejando en ocasiones demasiados silencios. BBC Two
y Netflix han dejado entrever que podría haber una segunda temporada.
Para despedirme os dejo esta
pregunta ¿Cuál genocidio os ha repugnado más?
Raúl.
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