Hay que desconfiar de las invitaciones que recibimos cuyo
remitente desconocemos. Las fiestas en las que desconocemos el anfitrión nos
suelen llamar la atención olvidándonos por completo las razones por las que
inexplicablemente hemos sido invitados. Por eso hay que pensárselo dos veces antes de aceptar la invitación
de un desconocido. Hoy asistiremos junto a un grupo de desconocidos a una cena
organizada por unos misteriosos anfitriones.
La serie “And then there were none” de las cadenas BBC One y
Lifetime nos muestra un grupo de desconocidos entre sí pasando un fin de semana
en una lujosa mansión situada en una isla solitaria invitados por unos
anfitriones ausentes. Los personajes tienen mucho que ocultar, Anthony Marston
(Douglas Booth) es un playboy acusado de matar a dos niños con su coche al conducir imprudentemente, Lawrence
Wargrave (Charles Dance) un juez acusado
de condenar injustamente por diversión a un hombre inocente.
Emily Brent (Miranda Richardson) es una soltera acusada de
inducir el suicidio de su anterior sirvienta tras despedirla al quedarse
embarazada, Edward Armstrong (Toby Stephens) es un cirujano acusado de matar
bajo los efectos del alcohol a un paciente durante una intervención,
Thomas Rogers (Noah Taylor) es el mayordomo de la mansión acusado de matar a su anterior jefe junto a su esposa, Philip Lombard (Aidan Turner) es un
aventurero acusado de matar a una veintena de personas por unos diamantes.
Sabía de ante mano que la serie me encantaría al estar basada
en “Diez Negritos” una de las obras míticas de Agatha Christie. Adelantaros que
si os habéis leído la novela su final no os va a sorprender porque es una adaptación
fiel a la obra de Agatha Christie. Sin duda lo mejor de la serie son las
variadas formas de morir de los personajes por ello se forma una atmosfera de
espeluznante ansiedad. Además sus creadores han sabido dar ese toque siniestro
y oscuro que Agatha Christie plasmaba en sus novelas. Increíbles las interpretaciones
que realizan un reparto estelar luciendo todos sus integrantes. Felicitar a
las cadenas que han decidido apostar por esta joya seriéfila.
Para despedirme os dejaré esta pregunta ¿Habéis aceptado la invitación
a una fiesta organizada por un anfitrión desconocido?
Raúl.
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