Muchos piensan que para superar
un gran dolor hay que vivir al límite. Realizando actividades que ponen la
adrenalina a tope para sanar las heridas emocionales que se ha instalado en las
personas. Pero hacer lo que a uno le viene en gana puede acarrear consecuencias fatídicas
por lo que hay poner límites a ese desenfreno. Hoy haremos lo que nos da la
gana sin mirar las consecuencias.
La serie “After Life” de la
cadena Netflix nos muestra un viudo haciendo lo que le da la gana tras la
muerte de su mujer para quitarse de la cabeza la idea del suicidio. Los
personajes son brutales, Tony Johnson (Ricky Gervais) es un deprimido periodista
que para dejar atrás sus tendencias suicidas decide hacer lo que le da la gana
sin pensar en las consecuencias, Matt (Tom Basden) es el comprensivo jefe de
Tony además de su cuñado por lo que se preocupa por su comportamiento y desea ayudarle
para que supere la muerte de su hermana.
Lenny (Tony Way) es un simpático fotógrafo
y el mejor amigo de Tony por lo que intenta por todos los medios ayudarle para
que se le vayan las tonterías de la cabeza, Kath (Diane Morgan) es una cariñosa
publicista que trabaja con Tony por lo que también quiere que su compañero
vuelva a ser él de antes, Sandy (Mandeep Dhillon) es una engreída redactora que
llega a la redacción del periódico de Matt con ideas nuevas para modernizarlo,
Emma (Ashley Jensen) es una inteligente enfermera que trabaja en la residencia
donde se encuentra el padre de Tony.
Ray Johnson (David Bradley) es el
enfermo padre de Tony que padece de demencia senil por lo que reside en una
residencia para recibir los cuidados oportunos, Lisa Johnson (Kerry Godliman)
es la encantadora esposa de Tony que antes de fallecer le deja un vídeo a su
marido para animarle a continuar con su vida, Anne (Penelope Wilton) es una
misteriosa anciana que siempre se encuentra Tony cuando visita la tumba de su
esposa, Julian Kane (Tim Plester) un excéntrico drogadicto que trabaja para
Tony para que le lleve los papeles.
La serie ha gustado mucho a la
crítica obteniendo reseñas magníficas. Lo que más ha gustado ha sido su guión
conmovedor y extravagante que consigue sacar alguna que otra lagrimita al
espectador pese a la dureza del personaje principal. Además los personajes
secundarios son muy importantes ya que son un parte de la personalidad del
principal. La única pega es que no han sabido dejar claro si se trata de una
comedia dramática o un drama cómico. Netflix confía en la serie por lo que la
ha renovado para una segunda temporada.
Os dejaré esta pregunta como
despedida ¿Qué habéis hecho para llegar a superar un dolor emocional?
Raúl.
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