No hay persona que se pregunte que hay después de la muerte. Unos creen en el cielo, otros en la reencarnación y algunos que no hay nada. Pero y sí se pudiese llevar la mente a una realidad virtual en la que se puede seguir viviendo eternamente. Así con el paso del tiempo se podría estar siempre con las personas que más se quieren.
Ingrid Kannerman (Allegra Edwards) es la orgullosa novia de Nathan que decide transferirle a la realidad virtual para poder pasar el resto de su vida con él al no querer aceptar su pérdida, Aleesha Morrison (Zainab Johnson) es una realista compañera de trabajo de Nora que intenta aconsejarla de que tenga los pies en el suelo y sepa diferenciar la verdadera realidad de la virtual, Luke Crossley (Kevin Bigley) es un simpático ex militar que tras fallecer en combate su mente es transferida a la realidad virtual donde rápidamente se adapta al ver una nueva oportunidad.
A.I. Guy (Owen Daniels) es el eficiente encargado de solucionar cualquier problema que surja en la realidad virtual al haber sido programada para multiplicarse las veces que sean necesarias, Dylan (Rhys Slack) es un rebelde niño que no acepta que nunca se hará mayor ya que en la realidad virtual no podrá envejecer para hacer actividades de personas adultas, Lucy (Andrea Rosen) es la estricta jefa de la compañía que ha creado la realidad virtual y quiere tener todo bajo control para que no hayan fallos que puede perjudicar la empresa de cara al público.
La serie ha gustado bastante a la crítica tras recibir reseñas muy buenas. Lo que más ha gustado ha sido su guion ingenioso e interesante que hace preguntarse al espectador como es en realidad el ser humano. También ha gustado su trama misteriosa en la que podemos ver varias historias intrigantes alrededor de los personajes. Además han sabido mezclar a la perfección diferentes géneros creando una historia apasionante sobre las relaciones personales. Amazon Prime Video confía en la serie por lo que la ha renovado para una segunda temporada.
Como despedida os dejo esta pregunta ¿Al morir os gustaría que vuestra mente fuera transferida a una realidad virtual?
Raúl.
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